visigothic park

leo en la prensa que en la construcción de una nueva parroquia en el barrio de buenavista murió un trabajador que cayó desde una altura por falta de medidas de seguridad. no hacían falta medidas, dios estaba allí. sólo oigo las denuncias de los sindicatos, no escucho nada del responsable último de la cadena de subcontratación, del propietario del negocio, el ínclito cañita.
seguro que deja las explicaciones para la homilía del domingo, en la que explicará que éste también cayó por dios. dirá, o deberá decir según su coherente discurso, que si murió fue porque dios así lo quiso. o a lo mejor dios no estaba allí, según las teorías últimas de josepepe.
me gusta asistir a muchas de las concentraciones que se hacen por la muerte de seres humanos, por la siniestralidad laboral, por la violencia de género, por la guerra y el terrorismo. hace unos días asistí a la convocada por el fallecimiento de cuarenta y un viajeros del metro de valencia. no tuvo un éxito excesivo. veremos a ver el éxito de la convocatoria para protestar por esta muerte. y es que, como todo en la vida, hasta en la muerte hay clases, muertos de primera, de segunda y de tercera.