31 octubre 2006

salidas de pata de banco

nos estamos acostumbrando demasiado a la política del titular grandilocuente, y a que nuestros dilectos gobernantes anuncien y afirmen burradas y nos quedemos tan a gusto.
tenemos cientos de ejemplos en la gestión del gobierno de la nación, recordemos las kelifinder de la apretujillo, entre otras. ayer la ministra narbona lanza una propuesta maravillosa: quien gaste más de 60 litros de agua al día sufrirá un castigo divino. porque yo me pregunto: cómo controlar ese gasto individualizado, ¿llevaremos un contador colgado del cuello como ben affleck en el anuncio del desodorante? y es que me enerva seguir viendo cómo se permiten los desarrollos urbanísticos con tanta alegría y sin embargo (que también, pero menos) castigar que nos duchemos una vez al día. -ver mi entrada anterior "predicar con el ejemplo"- si, a mí también me molesta ver lavar el coche a manguerazos, el llenado de piscinas privadas en verano, las llaves de paso rotas, etc. pero eso no es lo principal que hay que atajar.
poco después he oído a uno que no sabe nada de agua, Pedro Arrojo, presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, y añadía algo de cordura al debate. hablaba de cobrar más, y con una progresión geométrica a los que más gasten.
claro, que nuestro querido presidente regional no se queda atrás. afirma, con el nuevo ejtatuto que nos presenta, casi que el territorio determina el agua. vamos, que le veo soltando un hatajo de castores al río tajo, un poco más allá de almoguera y luego pasando valdeverdeja, para hacer represas en el cauce y que no salga el agua de aquí. esto es más propio de un guión absurdo de berlanga, salvo que berlanga hace gracia y este no.
el sábado pasado tuve la suerte de asistir a una proyección de la película "la caja 507", de Enrique Urbizu. he de decir que llevaba tiempo queriendo ver la película sin éxito. me llevé una agradable sorpresa. siempre había leído referencias a un thriller, pero no que tratara de manera clara y contundente la trama inmobiliaria ya hace casi seis años, y documentándose exclusivamente en noticias publicadas en prensa. su director afirmaba en el coloquio posterior que se decidió a escribir el guión visitando la zona del campo de gibraltar, una de las más pobres de españa, y después marbella, zona también marcada por la miseria, pero en este caso de la corrupción y la desvergüenza más descarada. la película entonces pasó sin pena ni gloria en el aspecto que denunciaba, al fin y al cabo, era eso, ficción, una película.
tiene escenas recurrentes y llamativas. el protagonista va a un pueblo de la costa del sol buscando datos para resolver su problema y pasa por delante de un camión cisterna que distribuye agua potable, ante el alborozo de los vecinos. recomiendo verla, aunque ahora, y copio palabras de urbizu, el interés por la corrupción urbanística pueda ser coyuntural.