visigothic park

hoy, como cada martes después de sufrir el caos circulatorio en los accesos al cajco (bueno, como casi todos los días), he plantado el pie en zocodover y me he sorprendido mirándome las espuelas... en busca de un nauseabundo olor que infestaba la plaza.
he pensado si los jardineros estaban abonando los maceteros con cacotas de cualquier cosa menos de colibrí (por la potencia del olor), y he seguido andando calle ancha arriba y el olor no me abandonaba... no soy isabel camisa vieja, yo no voy a guerrear por ahí y no me lavo hasta volver victorioso...
ya hasta la tarde no he sabido que el ambipur que nos regalaba la pituitaria venía de una granja de santa bárbara en la que habían removido los purines, y a la sazón, el estómago de muchos.
yo ya pensaba que la maldición de valparaíso se extendía desde buenavista por toda la ciudad, en busca del alcalde y del diputado provincial de medio ambiente... pero no, el tarro de esas esencias sólo afecta a parte de la zona norte de nuestra insigne ciudad.

... aquí huele a caca, mister molina!