yo era vil metal hasta que me fundieron y me colocaron en el salto del caballo, sobre un equino y con un arma blanca en la mano. desde ahí diviso toledo, y veo día a día el pulso de la ciudad. a veces me bajo del caballo y paseo por las calles, hablo con las gentes... y aqui os dejo el resultado de mi deambular por angostas calles, pronunciadas cuestas y amplias avenidas.
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